Cómo hacer quesadillas (varios métodos)

Este delicioso plato es originario de México y preparado usualmente con queso y pollo. Sin embargo, si no tienes los ingredientes tradicionales, puedes variar un poco la receta. La primera sección de este artículo te mostrará cómo escoger los mejores ingredientes, mientras que las demás secciones te mostrarán cómo hacer quesadillas usando varios métodos.

Pasos

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También puedes utilizar un queso fresco. Los quesos frescos son más difíciles de derretir que los quesos semicurados, pero puedes mezclarlo con estos si es necesario. Aquí tienes algunas sugerencias:

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Agrega algunas verduras. Las quesadillas no siempre tienen que contener carne. Puedes darles un poco más de color y sabor con verduras tanto crudas como cocidas. Aquí tienes algunas sugerencias:

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Utiliza carne picada o molida. Así evitarás que la tortilla se abulte demasiado y termine deshaciéndose. Asegúrate de que la carne esté bien cocida. Puedes utilizar los siguientes tipos de carne:

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Dale a tu quesadilla aún más sabor condimentándola con especias y cebolla. Las cebollas, los chiles y la pimienta le darán un delicioso picor a tu quesadilla, mientras que las especias le darán un sabor más suave y aromático. Aquí tienes algunas sugerencias:

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También puedes mezclar distintos ingredientes. Aquí tienes algunas sugerencias:

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Agrega alguna cubierta. Puedes comer la quesadilla así como está o hacerla aún más deliciosa cubriéndola con los siguientes ingredientes:

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Calienta una sartén, untada ligeramente con aceite o mantequilla, de 30,5 cm (12 pulgadas) a fuego medio o medio alto. Solo necesitarás ½ cucharadita. Evita utilizar demasiado aceite o mantequilla- de lo contrario, tu quesadilla quedará totalmente remojada. Si vas a utilizar aceite, escoge uno más liviano, como aceite de canola o vegetal. El aceite de oliva no es recomendable, porque es demasiado fuerte y le dará un sabor demasiado intenso a tu quesadilla.

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Coloca la tortilla en la sartén cuando la mantequilla haya terminado de derretirse. Asegúrate de esparcir la mantequilla de manera uniforme en la superficie de la sartén. Después de esto, puedes empezar a agregar el relleno o darle la vuelta a la quesadilla y tostarla en ambos lados- así tu quesadilla quedará mucho más crujiente.

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Echa ½ taza (50 g) de queso cheddar en toda la tortilla. Si no te gusta este queso, puedes utilizar otros tipos, como colby, fontina o Monterrey Jack.

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Agrega el resto de los ingredientes, cubriendo solo una mitad de la tortilla. Luego la doblarás por la mitad. Evita colocar demasiado relleno o tu tortilla quedará demasiado abultada y se deshará.

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Espera hasta que el queso se derrita para doblar la tortilla por la mitad. Coloca una espátula debajo del lado con queso de la quesadilla y levántala, para después voltearla sobre el relleno. Luego aplana la quesadilla cuidadosamente con la espátula.

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Coloca la quesadilla en una tabla de cortar. Si queda algo de aceite en la tortilla, puedes escurrirlo en una toalla de papel.

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Corta la quesadilla en trozos. Corta la quesadilla a la mitad con un cuchillo afilado, para después cortar cada mitad a la mitad, terminando con cuatro trozos parecidos a los de una pizza.

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Sirve la quesadilla. Puedes acompañar la quesadilla con varios ingredientes, como alguna salsa o crema agria.

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Unta una tortilla con algo de aceite y colócala en una bandeja para horno. Asegúrate de que el lado untado mire hacia abajo. El aceite ayudará a que la quesadilla quede bien crujiente.

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Echa ¼ taza (25 g) de queso en la tortilla. Luego agregarás el resto del queso- las dos capas de queso ayudarán a “pegar” la quesadilla. Puedes utilizar queso cheddar u otro tipo de queso rallado.

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Agrega ½ taza (120 g) del relleno de tu elección y espárcelo en toda la tortilla. Si vas a utilizar carne o verduras, asegúrate de que estén bien cocidas- el relleno solo se cocinará un poco dentro del horno.

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Agrega el resto del queso. Asegúrate de que esté distribuido de manera uniforme en toda la quesadilla.

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Cubre la quesadilla con otra tortilla. No la dobles por la mitad. Más bien, aplana tu quesadilla un poco con la espátula- esto ayudará a “sellarla”.

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Hornea la quesadilla por 5 minutos. Coloca la bandeja en la rejilla dentro del horno y luego ciérralo.

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Voltea la quesadilla y vuelve a colocarla en el horno. Saca la bandeja y luego voltea la quesadilla con una espátula. Ten cuidado para que la quesadilla no se deshaga. Una vez que hayas volteado la quesadilla, vuelve a colocar la bandeja en el horno.

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Hornea la quesadilla por 5 minutos más o hasta que se dore. Revisa el horno de vez en cuando para evitar que la quesadilla se queme- es posible que esté lista antes.

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Retira la quesadilla del horno y colócala en un plato. Utiliza la espátula para levantar la quesadilla y pasarla de la bandeja al plato.

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Corta la quesadilla en trozos. Con un cuchillo afilado, corta la quesadilla de la misma manera que cortarías un pie o una pizza.

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Sirve la quesadilla. Puedes comértela tal como está o acompañarla con otros ingredientes, como alguna salsa o crema agria.

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Enciende tu parrilla y colócala a fuego medio. Evita colocar el fuego demasiado fuerte, porque quemarás tu quesadilla en vez de cocinarla más rápido.

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Coloca la tortilla en la parrilla. Asegúrate de que la rejilla de la parrilla esté bien limpia, para que la tortilla no se impregne con el carbón.

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Coloca los ingredientes del relleno en una mitad de la tortilla. Utiliza una cuchara para pasar los ingredientes del tazón a la tortilla.

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Dobla la tortilla por la mitad. Hazlo rápido para que la tortilla no se endure- si esperas demasiado tiempo, la tortilla se volverá crujiente y se quebrará en pedazos. Coloca la espátula debajo del lado de la tortilla que no tiene relleno y levántalo para doblar la tortilla por la mitad.

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Aplana la tortilla ligeramente con la espátula y deja que se cocine en la parrilla por 3 a 4 minutos. Asegúrate de revisar la parrilla frecuentemente para que no se queme la quesadilla.

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Voltea la quesadilla y deja que el otro lado se cocine por 3 a 4 minutos. Coloca la espátula debajo de la quesadilla y voltéala rápidamente. Ten cuidado para evitar que la tortilla se deshaga y así desparrame su relleno por todas partes.

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Retira la quesadilla de la parrilla y sírvela. Utiliza una espátula para pasar la quesadilla de la parrilla a un plato. Córtala en trozos con un cuchillo afilado. Puedes comerte la quesadilla así como está o acompañarla con otros ingredientes, como alguna salsa o crema agria.

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Echa ½ taza (50 g) de queso rallado sobre la tortilla. Asegúrate de esparcir el queso uniformemente en toda la tortilla.

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Agrega ½ taza (120 g) de carne, verduras o hierbas cocidas. Si vas a utilizar carne o verduras, asegúrate de que estén casi completamente cocidas- terminarán de cocinarse en el microondas.

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Cubre la quesadilla con otra tortilla. La tortilla se deshará si la doblas por la mitad, así que deberás colocarle otra tortilla encima. Puedes aplanar la quesadilla ligeramente con una espátula para “sellarla”.

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Coloca las tortillas en el microondas y cocínalas por 30 segundos o hasta que el queso se derrita. La quesadilla no estará tan crujiente como lo estaría si la hubieras cocinado en una sartén, horno o parrilla. Si el queso aún no se ha derretido, cocina la tortilla por otros 30 a 60 segundos.

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Coloca la quesadilla en un plato. El recipiente estará demasiado caliente para agarrarlo sin la ayuda de unas manoplas.

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Corta la tortilla en trozos y sírvela. Puedes acompañar la quesadilla con crema agria o alguna salsa.