Cómo guardar tomates

Una cosecha abundante de tomates o un regalo por la compra en un mercado de productores, puede dejarte con una cantidad excesiva de tomates frescos. En vez de comer sólo salsa de tomate y ensaladas durante toda la semana, plantéate el guardar algunos de los tomates que te sobran durante largo tiempo para usarlos en la cocina. Asegúrate de disfrutar el resto de los tomates en ensaladas, sándwiches o bruschettas porque este método deja los tomates aptos sólo para cocinar.

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Pon la rejilla para los tarros dentro de la olla.

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Llena la olla a la mitad con agua templada si vas a usar tarros de 0.5L- añade más agua si los tarros son más grandes. Necesitas tener 2.5cm o 5cm de agua sobre los tarros durante el proceso.

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Pon la olla en el fuego y haz que el agua llegue a unos 80ºC.

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Elige los tomates que te gustaría guardar por más tiempo. No elijas los que están golpeados o podridos. Lava los tomates para limpiarlos.

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Mete los tomates en agua caliente unos 30 o 60 segundos, o hasta que se despegue la piel.

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Mete los tomates en agua fría y quítales la piel.

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Quita los corazones de los tomates.

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Parte los tomates en cuartos.

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Añade un 1/6 de los tomates en una olla grande

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Aplasta los tomates con un mazo de madera o una cuchara larga para sacar el zumo de los tomates.

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Calienta los tomates, removiendo todo el rato para evitar que se quemen.

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Lleva los tomates a ebullición.

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Añade los cuartos de tomate que queden gradualmente al puré de tomate que hay en la olla.

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Hierve con cuidado la mezcla de tomate durante 5 minutos una vez que hayas añadido todos los cuartos de tomate.

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Añade zumo de limón. Usa 2 cucharadas de zumo de limón por cada litro de tomates.

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Si quieres, añade una cucharadita de sal por litro en los tarros.

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Llena los tarros que están en el enlatador o en la olla con la mezcla de tomate caliente. Deja 1.25cm de espacio libre.

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Saca las burbujas. No uses un cuchillo de metal para sacar las burbujas porque puedes dañar el tarro. Usa una barita para quitar burbujas. Puedes comprarlas en internet o en alguna tienda donde vendan utensilios para enlatar.

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Seca los bordes de los tarros con un trapo limpio o una servilleta de papel.

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Pon las tapas.

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Añade suficiente agua caliente en el enlatador para asegúrate que tienes 2.5 o 5 cm de agua cubriendo los tarros.

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Cierra el enlatador (o la olla) y pon el fuego al máximo.

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Empieza a contar el tiempo del proceso de enlatado cuando el agua empiece a hervir a borbollones.

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Procesa los tomates. Puedes usar los tiempos y procedimientos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA).

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Apaga el fuego cuando haya pasado el tiempo requerido.

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Deja los tarros en el enlatador (o en la olla) durante 5 minutos.

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Saca los tarros y ponlos a enfriar en paños de cocina durante 12 o 24 horas.

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Quita las bandas de enrosque de los tarros cuando el proceso de enfriado se haya completado.

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Comprueba que los tarros están bien cerrados.

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Mete en el refrigerador los tarros que no se hayan procesado correctamente.

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Limpia y etiqueta los tarros una vez hayas comprobado que están bien sellados.