Cómo crear un tratamiento facial de vapor con aceites esenciales

Relájate y descansa. Si te sientes estresado, la lavanda puede tranquilizarte e incluso ayudarte a quedarte dormido. El aceite de salvia también puede aliviar los síntomas de la ansiedad, el estrés y la depresión. Agrégale un total de 3 a 7 gotas de aceites esenciales al tratamiento facial de vapor.

Mejora tu estado de ánimo. Si te sientes deprimido o simplemente quieres animarte, trata de usar aceites esenciales de limón, romero o rosa. La rosa se usa con frecuencia como un antidepresivo y el romero puede devolverte la energía. El limón o cualquier cítrico puede mejorar el estado de ánimo y la concentración. Agrégale un total de 3 a 7 gotas de aceites esenciales al tratamiento facial de vapor.

Trata el acné. Si tienes problemas de acné o manchas, puedes hacer un tratamiento de vapor con aceites esenciales de árbol de té, eucalipto o romero. Todos estos tienen propiedades antibacterianas que pueden curar la infección que causa las manchas. Usa un total de 3 a 7 gotas de aceites esenciales para el tratamiento facial.

Cuida tu piel. Si tienes cicatrices, estrías o marcas antiguas de acné, usa un aceite esencial de rosa. La rosa contiene antioxidantes que pueden acelerar el proceso de curación de la piel. También es un astringente que puede tensar los poros, lo cual hará que la piel luzca más firme. Usa un total de 3 a 7 gotas de aceites esenciales en el tratamiento facial de vapor.

Haz una prueba en una sección. Si te preocupa el hecho de tener una reacción alérgica a un aceite esencial, prueba el aceite en una sección pequeña de la piel antes de usarlo en el tratamiento facial de vapor. Mezcla el aceite esencial en una pequeña cantidad de aceite base (como el aceite para bebé) y aplica unas cuantas gotas en la almohadilla de una venda. Pega la venda en el antebrazo y déjala durante 48 horas. Revisa si tu piel tiene algún enrojecimiento, irritación o ampolla que pueda indicar la existencia de una alergia o sensibilidad.

Prepara el agua. Llena la tetera con agua limpia y ponla a hervir. Vierte el agua hervida en una palangana o tazón resistente al calor. Agrégale los aceites esenciales al agua. Ten cuidado al verter el agua o al mover el tazón.

Inclina el rostro sobre el tazón o palangana. Coloca la palangana en una mesa para que puedas sentarte en una silla e inclinarte sobre el tazón que suelta el vapor. Con la cabeza sobre la palangana, coloca la toalla de forma que cubra la parte posterior de la cabeza y el tazón por completo. Esto evitará que el vapor se escape.

Inhala el vapor. Inhala profundamente el vapor de 5 a 10 minutos o el tiempo que dure el vapor. Si fuera necesario, puedes volver a calentar el agua para que vuelva a emitir el vapor.

Enjuágate el rostro. Debido a que el vapor abre los poros, tendrás que enjuagarte el rostro con agua fría cuando hayas terminado el tratamiento facial de vapor. El agua fría actúa como un astringente que cierra los poros.

Aplícate una mascarilla. Compra una mascarilla facial según tu tipo de piel. Sigue las instrucciones del fabricante si debes mezclarla con agua. Algunas mascarillas vienen listas para aplicarlas sin tener que mezclarlas. Aplícate la mascarilla con las yemas de los dedos de manera uniforme en todo el rostro. Deja que la mascarilla repose durante el tiempo recomendado. Quítate con suavidad la mascarilla con un paño limpio y agua tibia. Algunos tipos de mascarillas incluyen:

Usa un tónico. Aplica el tónico en una bola de algodón y pásala suavemente en el rostro. El tónico funciona como un astringente que puede eliminar el exceso de grasa, eliminar cualquier resto de la crema limpiadora que tengas en el rostro y equilibrar el pH de la piel. Por lo general, los tónicos contienen aceites esenciales como de árbol de té, rosa, lavanda y toronja (pomelo).