Cómo conservar bulbos de narciso después de la floración

Las plantas de narciso son plantas fiables de jardín que regresan año tras año para brindar un toque de color primaveral. Los bulbos de narciso pueden conservarse durante el invierno y reutilizarse el año siguiente con muy poco esfuerzo de parte del jardinero. Este artículo te dará algunos consejos sobre cómo asegurarte de que tus narcisos continúen floreciendo año tras año. Solo lee el paso 1 a continuación para comenzar.

Pasos

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Retira cualquier follaje marchito y marrón. En lugar de cortar el follaje inmediatamente después de la floración, espera a que se marchite y se muera por sí solo. Luego, una vez que el follaje marchito esté marrón y arrugado, puedes retirarlo jalándolo o cortándolo.

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En el otoño, dale a los bulbos un buen alimento con un abono soluble en agua. Es importante alimentar a los bulbos específicamente en esta época del año, ya que es cuando las raíces crecerán más activamente.

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Proporciona una capa de mantillo orgánico a los bulbos de narciso. También es una buena idea darle a los bulbos una capa de cobertura de mantillo orgánico anual.

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Deja que las flores se marchiten y evita regarlas. Si tienes la intención de conservar los bulbos en el mismo recipiente hasta el año siguiente, dale a las flores tiempo de marchitarse completamente, generalmente alrededor de dos meses. A este punto, el follaje también debería haber comenzado a marchitarse.

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Cuida del narciso a lo largo del otoño y el invierno. Endereza el recipiente de nuevo en el otoño y riégalo bien. Este riego es necesario para que los bulbos florezcan otra vez la primavera siguiente.

Los narcisos prefieren un suelo ácido, así que, para contrarrestar los efectos alcalinos del agua del grifo, puedes agregar un suplemento mineral al agua. Alternativamente, riega los narcisos con agua de lluvia.

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Considera plantar los bulbos gastados de narciso al aire libre. Los narcisos sobrevivirán hasta por 3 años en un recipiente, pero las flores nunca serán tan buenas después del primer año.

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Encuentra un área soleada en el jardín que tenga buen drenaje. Se necesita un área soleada, ya que los narcisos requieren luz solar para crecer. Es necesario un suelo que drene bien porque los bulbos de narciso se pudren fácilmente en suelo mojado. También recuerda desmalezar el área en donde vayas a plantar.

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Agrega un poco de material orgánico a la tierra. Incorpora bastante compost o materia orgánica (como estiércol de caballo bien podrido) a la tierra antes de plantar. Si no estás seguro sobre cuánto usar, cubre la tierra con la materia orgánica hasta una profundidad de 5 a 10 cm (2 a 4 pulgadas), luego mézclala con la tierra hasta la profundidad de una pala.

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Para plantar cada bulbo, excava un agujero tres veces más profundo que el ancho del bulbo. Esto es aproximadamente 15 cm (6 pulgadas) de profundidad para un bulbo de 5 cm (2 pulgadas). Es bueno añadir una paleta de albañil llena de compost al fondo del agujero para que el bulbo repose sobre él. Coloca el bulbo en el agujero con el extremo puntiagudo mirando hacia arriba.

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Llena bien el agujero con tierra y agua. Es posible que quieras colocar una capa de cobertura de abono o mantillo. Los bulbos de narciso que se hayan trasladado al suelo deben florecer de nuevo la siguiente primavera.

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Espera a que termine la temporada de crecimiento antes de comenzar a trasplantar. El mejor momento para trasplantar narcisos es a principios del verano, cuando la temporada de crecimiento haya terminado y el follaje de las flores se marchite y se ponga amarillo o marrón.

Si lo dejas para más adelante en el año, es posible que no puedas encontrar los narcisos, ya que la planta estará en periodo de dormancia y cualquier signo visible de vida estará escondido bajo tierra.

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Usa una pala de jardín para excavar los bulbos. Al excavar, necesitas tener mucho cuidado para evitar dañar los bulbos. También necesitas excavar a bastante distancia de la planta para evitar cortar a través de ella por accidente.

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Separa suavemente los bulbos de narciso con las manos. Una vez que ubiques el bulbo, sepáralo lentamente de la tierra lo más cuidadosamente posible, tratando de no dañar ninguna raíz. Separa suavemente las matas de bulbos torciéndolas y jalándolas con los dedos.

Conserva tantos bulbos divididos (también conocidos como vástagos) como quieras replantar. Sé consciente de que los vástagos más pequeños pueden no florecer en el espacio de un año.

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Replanta los bulbos separados lo más rápido posible. Es mejor replantar los bulbos lo más rápido posible. Sin embargo, pueden sobrevivir por unas semanas por encima del suelo si la demora es inevitable.

Guarda cualquier bulbo que no vayas a plantar inmediatamente en un lugar fresco y seco. Una forma ideal de guardarlos es en una bolsa de papel en un rincón oscuro de un cobertizo.