Cómo lograr que tu niño pequeño juegue con otros niños
Algunos niños empiezan a socializar de manera natural, pero a otros les cuesta hacer amigos o unirse a actividades grupales. Si tu hijo encaja en este segundo grupo, ¡no te preocupes! Jugar con otros niños es una habilidad que puede tomar tiempo desarrollar. Si tu hijo necesita ayuda para aprender a jugar con los demás, hay pasos que puedes tomar para hacer que le sea más fácil.
conținut
Pasos
Parte 1
Desarrolla las habilidades sociales de tu hijo
1
Enfócate en desarrollar la confianza de tu hijo. Si tu niño pequeño tiene confianza en sí mismo y se siente seguro, será más probable que empiece a socializar a una edad temprana. Dale amor, cariño, apoyo y atención, y elógialo por sus nuevos logros y buen comportamiento.
- Deja que tu niño pequeño sepa que crees que es un niño bueno y amable. Los niños se preocupan, incluso desde los primeros años, de que podrían no agradarles a otros niños. Desarrollar la confianza de tu hijo y elogiar sus habilidades le ayudará con este problema.
- Evita castigarlo de manera severa- en vez de eso, trata de apoyarte sobre las consecuencias naturales y dile a tu hijo qué tipo de comportamiento esperas de él.
2
Enséñale a ser generoso. Los niños pueden aprender a ser generosos desde una edad temprana. Ayúdale a tu hijo a prepararle y darle un regalo a alguien, y conversen acerca de los resultados: “¡Mira cuán feliz está tu hermana! ¡Le encanta el dibujo que pintaste! Fue tan amable y generoso de tu parte darle eso”.
3
Enséñale a compartir. Para los niños pequeños, aprender a compartir puede ser muy difícil. Es completamente normal que los niños menores de 2 años, en cuanto a su desarrollo, se nieguen completamente a compartir e incluso después de eso, aprender a compartir puede ser un proceso gradual y frustrante tanto para ti como para tu hijo. Sin embargo, con un poco de atención, puedes hacer que esto sea un poco más fácil.
4
Lean libros de cuentos ilustrados acerca de la amistad. Compra o toma prestados algunos libros de niños que se traten de compartir, la cooperación y la amistad, y léelos con tu niño pequeño. Tómate el tiempo para conversar con tu hijo acerca de los libros, comparándolos a situaciones con las que tu hijo se encuentre en la vida real.
5
Practica las situaciones sociales. Si tu niño pequeño tiene hermanos, pueden servir como “práctica para las reuniones para jugar”. Aunque tu niño pequeño sea hijo único, tú y tu pareja pueden servir como compañeros de juego, mostrándole una conducta correcta y relacionándote con tu niño pequeño como lo harían otros niños.
6
Enfatiza la cooperación. Cuando solo estén tú y tu hijo, puedes enseñarle lo fundamental de la cooperación mostrándole a tu hijo que valoras su contribución. Este proceso ayuda a desarrollar las habilidades sociales de tu hijo.
7
Establece un buen ejemplo. Eres el modelo a seguir de tu hijo. Jugar con otros niños se verá más natural si te ve socializando con amigos y parientes, y tratando bien a los demás.
Parte 2
Programa reuniones para jugar
1
Comienza en casa. Tu hijo se sentirá más cómodo en un ambiente familiar, así que programa sus reuniones para jugar en casa.
- Esta también es una buena oportunidad para enseñarle a tu niño pequeño acerca del papel de un anfitrión. Explícale que es importante ser amable y generoso con los invitados.
2
Incluye a tu hijo en el proceso de planeamiento. Conversa con tu niño pequeño acerca de tener una reunión para jugar con un amigo. Pregúntale a quién le gustaría invitar y qué actividades le gustaría hacer. Conversen sobre las posibles situaciones que podrían ocurrir (por ejemplo, si hay una discusión o si el otro niño no quiere jugar) y conversen acerca de las respuestas posibles.
3
Cíñete a un amigo en especial. Al inicio, los grupos pueden ser abrumadores. Comienza invitando a un amigo, de preferencia alguien que tu hijo ya conozca y que le agrade, y anímalos a que jueguen juntos. A medida que tu hijo se sienta más cómodo con estas situaciones, puedes expandir su círculo social.
4
Escoge juguetes de antemano. Escoge actividades que les gusten a ambos niños y después asegúrate de que haya suficientes juguetes disponibles. Por ejemplo, si los niños van a jugar con autos, trata de tener varios autos disponibles- incluso es mejor si algunos de ellos son parecidos o idénticos. Discutir por los juguetes es uno de los problemas más comunes que los niños pequeños tienen cuando socializan.
5
Motiva los juegos sociales. La mayoría de los niños pequeños participan principalmente en un “juego paralelo”: se sientan y juegan solos, incluso cuando otros niños están presentes. Podría ser necesario que se les ayude y apoye directamente para lograr que los niños pequeños jueguen juntos. Sugiéreles algún juego de mesa para niños pequeños o juegos sociales en base al juego imaginario.
6
Involúcrate. No dejes que los niños pequeños jueguen solos, especialmente si parece que a uno de ellos le está costando. Juega con los niños. Tu presencia hará que tu hijo sienta más confianza en sí mismo y puedes mostrarle las formas adecuadas de socializar y jugar de manera cooperativa.
7
Ten reuniones para jugar con frecuencia. Una vez que tu hijo empiece a acostumbrarse a la idea de socializar con otros niños, trata de programar estas reuniones para jugar con la mayor frecuencia posible. Con el paso del tiempo, puedes participar en esas reuniones cada vez menos, dejando que tu hijo juegue con sus amigos sin ti.
Parte 3
Ayuda a tu hijo a socializar en público
1
Practica las presentaciones. Es posible que a tu hijo le cueste estar en lugares públicos, porque los otros niños son desconocidos. Enseñarle un simple “Hola, mi nombre es [tal]. ¿Jugamos juntos?” será de bastante ayuda.
2
Lleva a tu niño pequeño a lugares en los que habrá otros niños. Una vez que tu hijo se sienta cómodo con reuniones para jugar en casa, puedes empezar a animarlo para que socialice en lugares como los parques y los patios de recreo. Sin embargo, esto puede ser un poco más estresante para algunos niños, así que deja que tu niño pequeño se acerque a grupos de niños a su propio ritmo.
3
Anima (pero no lo obligues) a tu hijo para que corra y juegue con otros niños. Se recomienda que tu niño pequeño juegue con otros niños que están presentes. Enfatiza el hecho de que jugar en grupo será mucho más divertido que simplemente sentarse a tu lado. Sin embargo, si tu hijo se resiste, no fuerces el asunto.
4
Deja que tu hijo negocie juegos en el parque o en el patio sin ti. Si tu hijo parece dispuesto a unirse a un grupo de niños, debes permitirlo. No le quites el ojo de encima a tu niño pequeño, pero trata de no involucrarte, a menos que llegue a ser necesario.
5
Permite que tu hijo deje de jugar voluntariamente. Si tu hijo se mete en una discusión, se molesta por algo o se siente cansado y enfadado, está bien que deje de jugar y vayan a casa.
6
Elogia los esfuerzos de tu hijo por participar en actividades grupales. Trata de reconocer los intentos de tu hijo de ser sociable, aunque sean más bien tímidos y efímeros al inicio. Con el paso del tiempo, desarrollará confianza en sí mismo y en sus habilidades sociales.
7
Conversa con otros padres. Cuando estés en lugares públicos con tu hijo, puedes ser un buen modelo social a seguir al charlar con otros padres. Deja que tu hijo vea que es posible conocer nuevas personas.
8
Planea nuevas excursiones sociales. Cuando tu hijo empiece a hacer nuevos amigos, reacciona con entusiasmo. Planea nuevos viajes divertidos a lugares diferentes y empieza a agrandar su círculo social.
Consejos
- Trata de no frustrarte o ponerte impaciente con tu niño pequeño si se niega a socializar o parece que le cuesta hacerlo. Para los niños pequeños, aprender a hacer nuevos amigos y jugar juntos es un proceso de ensayo y error- habrá contratiempos y algunos niños simplemente necesitan más tiempo que otros.
- Recuerda que cada niño es diferente. Algunos niños se adaptan rápidamente- otros son tímidos y más introvertidos. Nunca obligues demasiado a un niño para que socialice, ya que esto solo resultará contraproducente. En vez de eso, anímalo bastante y bríndale incentivos positivos.
- Explícale que él o ella no tiene que ser como todos los niños, pero que la amabilidad y la conducta educada siempre son fundamentales. Incluso a una temprana edad, los niños pueden aprender a separar sus sentimientos de su comportamiento.
- Si tu niño pequeño comienza a conversar y a jugar con un amigo imaginario, no te preocupes. Esto es normal y puede ser algo bueno: los amigos imaginarios pueden servir como una “práctica” para lo real.
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