Cómo mantener una vagina limpia y saludable

Mantener tu vagina limpia y saludable es esencial, tanto para tu comodidad como para tu bienestar físico. También es vital para tu salud sexual evitar la propagación de infecciones y hacer más agradable tu vida sexual. Tu vagina tiene su propio sistema de pH, lo cual significa que en general se cuida a sí misma, pero hay ciertas cosas que puedes hacer para ayudar y no desequilibrarlo. El pH normal de una vagina es entre 3.8 y 4.5.

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Usa ropa interior 100% de algodón tan seguido como sea posible y cámbiala todos los días. Aunque este tipo de ropa interior muchas veces no es favorecedor, le permite a tu piel ‘respirar’, te mantiene fresca y se deshace de las bacterias.

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No uses jabón. Esto desequilibra el sistema de pH y puede ocasionar que la vagina se vuelva ácida, dejándola incapaz de limpiarse a sí misma y más propensa a infecciones y bacterias.

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Ten cuidado con lo que pones dentro de ella. Si tienes una nueva pareja sexual, traten de hablar su salud sexual de antemano para asegurarse de no transmitir infecciones del uno al otro. Si es posible, asegúrense de hacerse análisis para detectar enfermedades venéreas, especialmente si no quieren usar condones.

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Si usas juguetes sexuales, hay que limpiarlos antes y después de cada uso, con productos de limpieza especializados disponibles en línea. Si más de una persona los va a utilizar, lo mejor será poner un condón en los juguetes de antemano.

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Si te preocupa el olor vaginal, cambiar tu dieta puede ayudarte. Mucha azúcar o alimentos ricos en grasas pueden hacer que tus fluidos vaginales sea amargos y de olor desagradable- te ayudará si comes más fruta como la piña o las fresas. Otros alimentos saludables que ayudan a tu vagina a mantener su pH son el ajo y el yogurt natural o griego.

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Lava tus sábanas con regularidad, para deshacerte de gérmenes y suciedad.

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Mientras estás en tu periodo, utilizar toallas húmedas especializadas te puede ayudar a mantenerte limpia y fresca durante el día. Recuerda cambiar tu toalla sanitaria o tampón cada cuatro horas, especialmente si tienes un flujo abundante, para ayudarte a sentirte cómoda.

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Si depilas tu vello púbico, acude con un profesional tanto como sea posible, al menos la primera vez que vayas a hacerlo. Si te afeitas, ten mucho cuidado, lo mejor sería tener un espejo pequeño a la mano para ver lo que estás haciendo.