Cómo correr más tiempo sin cansarse
La idea de correr distancias largas puede ser desalentadora al inicio, especialmente para los principiantes. Sin embargo, si tienes mucha paciencia y una visión de dar pequeños pasos, podrás desarrollar un ritmo sólido de manera constante que durará por tramos cada vez más largos, incluso mientras converses con tu compañero de carreras.
conținut
Pasos
Método 1
Desarrollar resistencia
1
Entrena dentro de tus límites. Ya sea que apenas empieces a correr o que ya lo hayas hecho una práctica, diseña un programa de entrenamiento que se base en tus habilidades actuales. Olvida frases como “El que quiere algo, que le cueste”. Resiste la tentación de obligarte a ir demasiado rápido. Tus carreras deben ser sensatas y viables, especialmente al principio.
- Correr es un ejercicio de alto impacto con un riesgo de lesiones, especialmente para los principiantes. Tener una mentalidad de “gana la carrera el que va lento” reducirá las posibilidades de lesionarte al mismo tiempo que aumentarás gradualmente tu resistencia.
2
Corre y camina en intervalos. Si tienes pocos o ningún kilómetro en tu haber, alterna entre correr y caminar al principio. Trota durante 1 minuto y luego camina durante 4. Repítelo tres veces más y tendrás un entrenamiento total de 20 minutos. Como los intervalos para trotar de 1 minuto se vuelven más fáciles de un entrenamiento al siguiente, duplícalos a 2 minutos cada uno y reduce los intervalos de caminata a 3. Sigue aumentando el trote y con el tiempo reduce la caminata hasta que te sientas cómodo corriendo durante un tramo de 20 minutos.
3
Ajústate a un ritmo suave. Mantén el ritmo lo suficientemente suave para ti como para que puedas trotar y hablar con alguien al mismo tiempo sin llegar a quedarte sin nada de aliento. Más adelante preocúpate por desarrollar la velocidad. Para ese momento, permite que tu cuerpo se ajuste a los rigores de correr sin exigirte demasiado. Concéntrate más en perfeccionar tu forma para que así se vuelva más natural y menos una “pose” de tal modo que debas pensar activamente en mantenerlo.
4
Aumenta tu kilometraje. Ya sea que planifiques tus carreras de acuerdo a las distancias o que establezcas cantidades de tiempo, aumenta poco a poco la cantidad que corres en una sesión. Asegúrate de hacer los cambios gradualmente.Por ejemplo, una vez que puedas correr 20 minutos a un ritmo constante y fácil, agrega otros 5 minutos a tus carreras. Luego, una vez que puedas manejar perfectamente los 25 minutos, agrega otros 5 y tendrás una carrera más larga, trota a tu ritmo normal durante 40 minutos o incluso solo durante 35 minutos. Cuando ese kilometraje adicional se vuelva manejable, aumenta otros 5 o 10 minutos.
5
Elige una carrera “mediana”. A medida que te acostumbres a trotar durante tramos más largos que tu carrera fácil, elige una determinada distancia o cantidad de tiempo como tu carrera mediana. Incluye al menos una carrera mediana en tu entrenamiento semanal, además de una carrera más larga. En tu carrera mediana, ajústate al tiempo o distancia designada a la vez que gradualmente sigues aumentando kilometraje a tu carrera “larga”.
6
Mantén fijas tus carreras fáciles y medianas. En general, mientras más kilometraje corras, más daño tendrá tu cuerpo debido al impacto constante con el suelo. Una vez que establezcas tus carreras fáciles y medianas, ajústate a esos límites ya sea que los definas por distancia o tiempo. Enfócate en mejorar tu rendimiento dentro de esos límites en vez de seguir aumentándolo sin parar con el tiempo.
Método 2
Desarrollar velocidad
1
Reduce tus carreras. Una vez que estés satisfecho con tu capacidad para correr distancias largas a un ritmo cómodo sin cansarte, enfócate en aumentar tu velocidad. Empieza con tus carreras fáciles. Corre una distancia más corta a una velocidad ligeramente más rápida que la normal. Por ejemplo, si tu carrera fácil es de 30 minutos, corre durante 20 minutos a un ritmo más rápido. Si has desarrollado suficiente resistencia, todavía deberás poder tener una conversación ligeramente entrecortada mientras lo hagas.
- A medida que hagas ajustes para trotar más rápido en tus carreras fáciles, llévalas a cabo según su duración original. Pasa a correr carreras medianas más cortas a un ritmo más rápido. Una vez que las domines, aumenta lentamente tus carreras medianas hasta que alcances su duración original.
- Una vez que tu ritmo más rápido se vuelva tu nuevo ritmo “normal”, repite el proceso para agregar más velocidad con un ritmo mucho más rápido.
2
Haz fartlek (una prueba de velocidad). Cuando salgas a correr, ajusta el cronómetro de tu reloj a una cantidad de tiempo corta. Por ejemplo, 5 minutos. Asegúrate de ajustar el cronómetro en repetición para que así siga contando 5 minutos una y otra vez. Empieza a tu ritmo normal durante los primeros 5 minutos. Cuando el cronómetro suene, aumenta tu velocidad a un ritmo que puedas correr constantemente durante los siguientes 5 minutos. Cuando el cronómetro suene de nuevo, regresa a tu ritmo normal. Repite durante la duración de tu carrera.
3
Sube colinas. Encuentra una colina baja y empinada. O si vives en una zona particularmente montañosa en la que no existe una colina “baja”, distingue la distancia hasta una pendiente a fin de correr a toda velocidad durante 8 a 12 segundos. Corre a toda velocidad en la colina lo más rápido que puedas, camina o trota hacia abajo y repite. Ejercita la mayor cantidad de músculos como sea posible, todos a la vez.
4
Haz ejercicios en una pista. Corre a toda velocidad en una recta de 100 metros. Como siempre, empieza poco a poco. Haz solo algunas repeticiones al principio, enfocándote en la forma. A medida que puedas mantener la velocidad máxima desde el principio hasta el final en cada repetición, aumenta la cantidad de repeticiones.
Método 3
Mantenerse en buena forma
1
Mantén cortos tus pasos. Evita extender tu pierna hacia adelante o atrás de ti. Cuando eleves la rodilla delante de ti, mantén el talón de ese pie directamente debajo a medida que lo bajes. Así tu espinilla estará en posición perpendicular con el suelo en un ángulo de 90 grados cuando tu pie se asiente. Cuando quieras salir con fuerza hacia adelante con una velocidad más rápida, enfócate en aumentar la cantidad de pasos que des mientras mantienes esa forma en vez de extenderte más adelante con el pie principal.
- La única vez en que debes cambiar la longitud de tus pasos es en las colinas. Acorta tus pasos para subir colinas más rápidamente con más pasos y luego abre tus piernas al dar pasos más amplios cuando desciendas.
2
Mantén una postura. Mantén la espalda recta para abrir tu pecho y llenar tus pulmones con aire. Imagina dibujar cada respiración en todo el camino hasta tu estómago en línea recta desde la nariz y boca hasta tu estómago. Inclínate hacia adelante un poco para impulsar tu cuerpo si es necesario (por ejemplo, cuando corras en contra del viento)- sin embargo, evita encorvarte demasiado hacia adelante al punto que tus pulmones se contraigan.
3
Sigue hacia adelante. Mantén arriba tus ojos para que así mires directamente hacia adelante. Mueve tus brazos hacia adelante y atrás a fin de conducir tus piernas. Evita cruzarlos sobre tu pecho en un movimiento de lado a lado mientras corras ni tampoco los pongas sobre tus axilas.
Consejos
- La hidratación, dieta y descanso adecuados son esenciales para un programa de carrera saludable.
- A fin de reducir la posibilidad de lesionarte, utiliza zapatillas deportivas que te queden bien y cuyas suelas estén en muy buen estado.
- A fin de entrenar para las carreras (en vez de correr por el gusto de hacerlo), concéntrate primero en desarrollar resistencia mucho antes de que empiece la sesión de carreras. Así evitarás el cansancio en tu cuerpo y el riesgo de lesiones debido al exceso de kilometraje una vez que la carrera finalmente llegue. Luego enfócate en el trabajo de velocidad.
- Correr de manera constante es la clave para mantener la resistencia. Para darle un receso a tu cuerpo, haz carreras fáciles por un tiempo pero no dejes de correr por completo.
Advertencias
- Si sufres de asma, problemas cardiacos, problemas respiratorios o enfermedades pulmonares, debes saber que las carreras de distancias largas podrían provocar que no respires bien. Consulta con un doctor o con tu médico de cabecera sobre esto.
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