Cómo evitar el rechazo de un piercing

Decide qué tan alto es el riesgo de rechazo con tu piercing. Las cejas, los frenillos de los labios, la nuca, y cualquier piercing de superficie tienen un riesgo de rechazo alto. Los piercing que se hacen a través de cartílago tienen un riesgo muy bajo.

Escoge la joyería apropiada. Los piercing que pasan a través de mucha piel, como el del pliegue del antielix del oído o el de la piel resaltada al inicio del orificio del oído, deben de ser hechos con un barbel derecho o ligeramente curvo. Los piercing de superficies debe de ser hechos con unos barbeles llamados barras de superficie, que son barbeles con ángulos. La nuca y la ceja necesitan barbeles curvos también llamados, como dijimos antes, bárbeles de superficie. Las mayoría de las personas que hacen piercing están de acuerdo en que el titanio o el vidrio tienen menos posibilidades de ser rechazados que el acero, porque tu cuerpo los acepta más fácilmente.

Asegúrate de que la medida es lo suficientemente larga. Muchas personas que hacen piercings utilizan una medida de 14 o 16 como el estándar, las medidas más pequeñas tienen más posibilidades de rechazo. Escoge la medida más grande que sea posible. Muchas personas que hacen piercings creen que ciertas áreas, cómo la lengua y los labios interiores, aceptan mejor el piercing con una medida de 12 o más grandes.

Cuida bien tu piercing, lávalo y límpialo a diario con agua y jabón, usa agua salada de mar para remojarlo, y nunca lo toques con las manos sucias. Para poder remojarlo con agua salada, haz la siguiente mezcla: usa sal no yodatada de mar que pueda ser comprada en cualquier farmacia o tiendas de abarrotes. Usa un cuarto o un octavo de cucharadita de sal para ocho onzas de agua tibia destilada o embotellada. Usar más sal, puede provocar irritación en tu piercing. No lo golpees y mantén cualquier producto para el cabello y ropa apretada lejos de él.