Cómo mantener hojas de menta frescas
La menta es un ingrediente útil para agregar un toque fresco y refrescante a diferentes tipos de platillos, aunque es suficiente con que uses una cantidad pequeña. Quizá no sepas qué hacer con la menta que te sobre después de picar unas cuantas ramitas para condimentar un cordero al curry o un mojito. Aunque guardarla y preservarla no es un proceso complejo, es importante que lo hagas de manera correcta para mantener la hierba fresca y llena de sabor. Para que dure por el mayor tiempo posible, puedes colocar las hierbas en agua como si fueran flores, envolverlas en una toalla de papel y guardarlas en el refrigerador o incluso congelar las hojas en forma de cubos de hielo.
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Pasos
Método 1
Preservar las ramitas de menta en agua
1
Lava la menta cuidadosamente. Retira la banda elástica que sostenga el manojo de menta fresca. Luego, coloca la menta debajo del agua fría del grifo teniendo cuidado de no dañar las hojas delicadas. Después, agita las hojas y los tallos para retirar las gotas de agua y colócalos sobre una capa de toallas de papel.
- Siempre debes lavar las hierbas antes de usarlas o guardarlas, ya que contienen rastros de suciedad y bacterias, o residuos de pesticidas y fertilizantes.
- Gradúa el grifo para que el chorro de agua sea ligero y no tan fuerte.
2
Corta la porción inferior de los tallos. Corta los extremos de los tallos de menta usando un par de tijeras. De ese modo, permitirás que las hierbas absorban agua con mayor facilidad. Ten cuidado de no cortar demasiado las ramitas de menta. De lo contrario, quizá no se asienten apropiadamente en el recipiente.
3
Sumerge los extremos de la menta en un par de centímetros de agua. Llena con agua un jarrón pequeño, un frasco u otro recipiente poco profundo a aproximadamente un tercio de su capacidad. Coloca el manojo de menta dentro del recipiente, introduciendo primero los tallos, de manera que los extremos cortados estén completamente sumergidos. En ese momento, la menta tendrá un suministro constante de agua que permitirá que dure más tiempo.
4
Cubre la menta holgadamente con plástico. Evita que la hierba esté expuesta al aire cubriendo la parte superior del manojo con una bolsa de supermercado vacía o un pedazo de plástico para envolver. Tuerce el plástico alrededor de la base del recipiente y usa una banda elástica para asegurarlo. Luego, puedes guardarla verticalmente en el refrigerador si tienes espacio, o ponerla afuera en la esquina de una encimera.
Método 2
Envolver la menta en una toalla de papel
1
Humedece una capa de toallas de papel. Arranca entre 2 y 3 toallas juntas y triplícalas sobre sí mismas hasta formar una lámina gruesa. Colócalas bajo agua fría del grifo y exprime el exceso de humedad. Deben estar húmedas pero no completamente empapadas de agua.
- Las toallas de papel acolchadas se mantienen mejor cuando las mojas y las envuelves.
- Demasiada humedad puede ocasionar que las hierbas se pudran rápidamente. Por esta razón, es importante que las toallas de papel no estén demasiado mojadas.
2
Extiende bien las ramitas de menta sobre las toallas de papel. Alisa las toallas de papel y extiéndelas sobre la encimera. Coloca la menta verticalmente formando una fila uniforme a lo largo de la mitad de las toallas de papel. Si es necesario, corta las hierbas de manera que encajen con el ancho de la capa de toalla de papel.
3
Enrolla las toallas de papel con la menta dentro. Dobla la mitad descubierta de las toallas de papel para envolver la menta. Luego, enróllalas desde el borde con la menta dentro. La menta estará presionada contra las toallas de papel húmedas sobre todos los lados, lo cual le proporcionará la humedad necesaria y evitará que esté expuesta al aire.
4
Coloca la menta en el refrigerador. Desliza el manojo de menta dentro de la bolsa plástica con cierre hermético o un recipiente hermético con tapa. Luego, coloca el recipiente en el refrigerador y retíralo cuando lo necesites para añadir unas cuantas hojas de menta fresca a un aperitivo, un cóctel o un postre.
Método 3
Congelar las hojas de menta en cubos de hielo
1
Retira las hojas de menta de los tallos. Lava la menta con agua fría. Luego, retira las hojas a mano o usa un cuchillo filoso para cortarlas justo debajo de los tallos. Luego, colócalas sobre una toalla de papel seca para absorber el exceso de humedad.
- Esa es una forma excelente de procesar las sobras de menta. También puedes preservar todo un manojo de menta tan pronto como llegues a casa de la tienda.
- Además, puedes picar las hojas. De ese modo, todo lo que tendrás que hacer es descongelarlas cuando estés listo para cocinar, hornear o mezclar bebidas.
2
Presiona las hojas de menta dentro de una cubitera. Alisa las hojas contra la parte inferior de la cubitera con la punta del dedo. Coloca una o dos hojas en cada espacio.
3
Llena la cubitera con agua. Vierte el agua en cada ranura lentamente dejando un poco de espacio en la parte superior de la cubitera para que los cubos se expandan a medida que se solidifiquen. No te preocupes si algunas hojas flotan en la parte superior. No habrá ningún problema siempre y cuando las hojas no sobresalgan de la cubitera.
4
Congela la menta y descongélala según sea necesario. Congelar la menta la mantendrá fresca casi de manera indefinida. Cuando estés listo para usarla, simplemente retira un par de cubos y descongélalos en un colador bajo agua tibia. También puedes añadir cubos de menta enteros a las bebidas o los batidos para lograr una infusión ácida y refrescante. ¡Sabrán delicioso!
Consejos
- Si vas a preservar un manojo de menta, emplea varios métodos de almacenamiento para maximizar el espacio de tu refrigerador.
- Sin importar la forma en la que guardes la menta, es recomendable que la utilizas pocos días después de la fecha de compra.
- Para que sea más fácil y conveniente usarla, guarda las hierbas en recipientes desechables.
- Machaca las hojas de menta fresca antes de usarlas para que su sabor sea más intenso.
- Puedes usar estas alternativas para mantener frescas otros clases de hierbas, como el perejil, el cilantro y el romero.
Advertencias
- Deshazte de la menta cuando comience a volverse marrón y babosa.
Cosas que necesitarás
- recipiente abierto
- bolsa de supermercado de plástico o plástico para envolver
- toallas de papel
- bolsa de plástico con cierre hermético o recipiente hermético
- cubitera
- tijeras
- cuchillo de cocina filoso
- agua purificada, destilada o agua mineral (opcional)
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