Cómo hablar con tu hijo adolescente sobre sexo

Si te resulta difícil hablar con tu hijo adolescente sobre sexo, admítelo y mantén el sentido del humor. Eso ayudará a mantener la conversación a salvo emocionalmente. Rara vez el reírte de ti mismo resulta ser un paso en falso.

Cuando hables sobre sexo, siempre recurre a ejemplos y estudios de casos de otras fuentes como la televisión, películas, artículos y situaciones de la vida real como por ejemplo el caso de una amiga que está embarazada. Intenta ver este tema desde su perspectiva, ¿Cómo te sentirías si tu mamá o papá te contarán sobre sus experiencias sexuales personales? Para muchas personas el no pensar en que sus padres tienen sexo es parte del tabú del incesto, lo cual en realidad es un instinto natural. Discutir de forma abstracta, con ejemplos ficticios o sobre la vida sexual de terceros promueve este problema. También es por esto que tantos padres tienen problemas para discutir de sexo con sus hijos.

Comparte tus valores con respecto al sexo. Si crees que uno no debería tener sexo hasta el matrimonio, simplemente admítelo. Encara el hecho de que tu hijo podría escoger tener sexo a pesar de tus valores. Encara el hecho de que él o ella podrían no estar de acuerdo con tus valores y pensar que hacerlo antes del matrimonio no está mal, lo cual podría ser aún más chocante que el hecho de que tu hijo pueda hacer algo que tú crees que está mal. Esto podría tomar cualquier dirección, ya que en el caso de los padres que son más liberales con respecto al sexo podrían encontrarse con que sus hijos están involucrados en movimientos juveniles y condenando sus valores. "Aceptar que no siempre tienen que estar de acuerdo" es una forma de mantener la familia unida. Cualquiera que sea el camino que tome el desacuerdo, asegúrate de que el adolescente esté completamente informado acerca del tema y haz que tu hijo concuerde con eso.

Lo último que debes hacer es juzgar. Si lo haces, tu hijo se rehusará a escucharte y podrías dañar mucho la relación que tienes con él o ella y su posición con respecto al sexo.

Pregúntale al adolescente qué es lo que quiere saber acerca del sexo. Si no conoces las respuestas sobre ciertos aspectos del sexo, solo admítelo. Encuentra las respuestas con tu hijo en libros u otras fuentes. Si tu hijo se comporta de forma despectiva y no quiere hablar de eso contigo porque ya sabe todo al respecto, pregúntale sobre los puntos más importantes en primer lugar y asegúrate de que realmente sepa sobre el tema y que no simplemente piense que lo que sabe es suficiente. Esto incluye el uso de condones y la información de anticonceptivos.

No asumas siempre que porque el adolescente hace preguntas sobre sexo, está pensando en hacerlo. Muchos de los adolescentes que conocen sobre el tema postergan más el volverse sexualmente activos que aquellos que desconocen sobre el tema. La verdad tiene mayores probabilidades de hacer pensar dos veces a los adolescentes acerca del sexo ocasional o sin protección.

No culpes a la víctima cuando discutas sobre la violación. Instrúyete acerca de la violación. Si tu hijo te habla acerca de la violación, él o ella necesitan saber si pueden confiar en ti en caso sean violados. Debido a que una de cada cinco mujeres es abusada sexualmente durante su vida, este no es un tema que se deba evitarse. También es importante discutir sobre la violación con tu hijo varón, ya que aunque los niños y hombres en general son menos propensos a ser violados que las mujeres, sí ocurre. Además, tu hijo podría correr el riesgo de convertirse en un violador si no comprende lo que la violación significa y el porqué está mal, cuáles son sus consecuencias y que darle a una chica una droga que se utiliza para violar para conseguir su consentimiento es una forma de violación por la que lo pueden incriminar.

Dale a tu hijo motivos razonables para esperar a tener relaciones sexuales. Dile a tu hijo que está bien que escoja esperar incluso si él o ella ya han tenido sexo antes.

Dile a tu hijo que está bien ser virgen y que no todos ya han tenido relaciones sexuales. La decisión de volverse sexualmente activo es demasiado importante para basarla en el punto de vista de otras personas. Especialmente en el caso de los varones castos, dile que está bien mentir acerca de esto para molestar a sus compañeros y resalta el hecho de que muchos de sus amigos probablemente también han mentido al respecto. Es más probable que le crean esa pequeña mentira piadosa si está bien informado sobre el tema del sexo.

No asumas que te quieren hablar sobre la situación sexual de un amigo, ya que en realidad están hablando de ellos mismos. No es una situación real. Muy a menudo los adolescentes que te dicen que tienen un amigo que conoce a alguien o escuchó sobre alguien que está pasando por una mala situación, en realidad están asustados y quieren saber cómo manejar la situación si alguna vez les ocurre a ellos. Quizás estén buscando ayuda de un verdadero amigo. No preguntes quién es el amigo hasta que hayan llegado a un punto de confianza en que tu hijo sepa que el amigo no se meterá en problemas por el hecho de que tú sepas. Comprende tus responsabilidades legales en esta situación. Podrías estar aconsejando bien a un adolescente que no conoces a través de tu hijo, pero si le dices algo directamente al adolescente podrías estar infringiendo los derechos de sus padres.

Enséñale a tu hijo formas de manejar la presión que le ponen sus amigos u otras personas para que tenga sexo. Sentirte cómodo al hablar abiertamente sobre ti le dará la seguridad a tu hijo de que no lo castigarás por ser completamente sincero.

Siempre habla con tu hijo adolescente sobre el sexo. Tu primera charla con tu hijo sobre el sexo nunca debe ser la última. Dile que siempre estás dispuesto a hablar acerca de cualquier cosa relacionada con el sexo, ya sean preguntas o asuntos de interés.

Ten en cuenta que tu hijo podría tomar esto como una oportunidad para confesarte de que es gay, bisexual, lesbiana o transexual. Infórmate sobre temas LGBT (siglas que designan colectivamente a las lesbianas, gais, bisexuales y transexuales) y lidia con tus sentimientos sobre ellos antes de hablar con tu hijo para que no reacciones de una forma negativa y destruyas la relación a la primera. Es posible que tu hijo sea LGBT si notas signos antes de que el tema salga a flote abiertamente y sospechabas de él o ella desde antes. La aceptación es la única forma en que serás capaz de mantener la relación con tu hijo. Aceptar no significa necesariamente aprobar, pero por lo menos déjale en claro que comprendes que esto no es algo que él o ella puedan cambiar sobre sí mismos y que lo amas por la persona que es sin importar los retos que esto implique. Sé lo más comprensivo y tolerante posible. Si perteneces a una iglesia que condena a los LGBT, considera buscar una iglesia que no lo haga y habla con tu nuevo pastor acerca de cómo vivir con esta revelación. Si te preparas para esta posibilidad antes de que el adolescente te lo confiese, podrías ser capaz de brindarle apoyo en donde ellos creen que serán rechazados y construir una relación mucho más fuerte con tu hijo.